Entrado ya el otoño y con el cambio de hora recién realizado, las horas de luz solar de las que podemos disfrutar se ven claramente reducidas. La calidad de la luz es muy buena, pero el principal problema es las pocas horas de las que disponemos, y más si tenemos en cuenta que los horarios laborales se solapan con esas horas del día en que podríamos aprovechar esa luz.

Carlos Prieto

Barcelona, 2012

Para mi la luz en fotografía es imprescindible, ¿entonces? ¿dejamos de fotografiar en estos meses de largas noches y fríos intermitentes?
Cada persona puede decidir lo que crea conveniente, aunque creo que más allá del contraste de luces y sombras también podemos buscar adaptarnos a lo que se nos ofrece e intentar sacar partido de esas luces artificiales que tanto juego puede dar.

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Barcelona, 2013

Sin el sol, nos quedamos un poco huérfanos. Esa referencia ya no está y tenemos que buscar otras: las luces de los carteles publicitarios, de las paradas de metro o de las farolas por citar algunos ejemplos.

Considero entonces que hay dos tipos de imágenes en estos casos: Las que la luz artificial es el principal protagonista (las dos primeras fotografías pueden ser tomadas como ejemplo) y otras en las que la luz tan solo sirve para iluminar la escena.

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París, 2013

No hace falta que sea noche cerrada para jugar con esas luces, en los atardeceres de invierno o en los largos días lluviosos también pueden ser fuente de búsqueda.

Carlos Prieto

París, 2013

Como ejemplo os contaré que en el pasado mes de septiembre en un viaje de unos pocos días en París me encontré que sumando el total de tiempo en el que pude disfrutar del sol no fue mucho más allá de unos escasos 20′. Estaba desconcertado, pero al fin y al cabo París también es conocida por sus interminables días de lluvia fina.

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París, 2013

Lo que más me llamó la atención es lo asumido que tenía la luz del sol en mis imágenes y en como moverme en función de ella, en su búsqueda. A falta de sol tuve que buscar otras alternativas, y todas pasaban por las luces artificiales, algo de lo que París -afortunadamente- anda bastante sobrado.

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New York, 2010