Hay ciertos lugares en los que la dificultad de tomar una buena instantánea es alta sobretodo si queremos huir de la mera foto descriptiva o de la foto evidente o típica y queremos conseguir una fotografía con un cierto interés para uno mismo y para el posible espectador.
Es allí donde aparecen los recursos estilísticos de cada fotógrafo, su mirada o en algunas ocasiones y para que negarlo…la suerte juegan un papel determinante.
Parafraseando a Pablo Picaso: «que la suerte me encuentre fotografiando».

Muchas veces cruzando Plaça Catalunya siempre he pensado que éste es uno de esos lugares dificultosos, una gran plaza, sin elementos visuales que se puedan incluir en las fotos y en algunas ocasiones vacía…. o no… ya que a menudo está abarrotada de palomas y de turistas empeñados en alimentar a estos animales por el simple gusto de hacerse la típica fotografía de rigor en la que a menudo aparecen con una paloma en cada mano comiendo el pienso que entusiasticamente se colocan a puñados para atraer a los pájaros.

Ah! se me olvidaba añadir lo más importante, en algunas ocasiones se puede observar a algún turista con una tercera paloma en la cabeza, siempre me he preguntado si para conseguir que el animal se pose allí, también se colocan cuidadosamente un puñado de pienso.
Eso si que sería muy fotográfico, si señor, muy Martin Parr…
Imaginaros el típico turista con 3 palomas posadas encima de él y eso si…. sonriendo abiertamente para la foto que entusiasticamente se llevarán a sus países de origen y enseñarán orgullosos.
Cada vez que veo esta escena similar no puedo evitar sonreir.

Pero dejando de lado curiosidades y anécdotas y volviendo al tema que nos ocupa, para conseguir una buena instantánea en algunas ocasiones tan solo se trata de observar, colocarse en el lugar oportuno y sobretodo…esperar…