“Lo primero de todo es tener una máquina que a uno le guste, la que más le guste a uno, porque se trata de estar contento con el cuerpo, con lo que uno tiene en las manos y el instrumento es clave para el que hace un oficio, y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más.”

Extracto de la Carta de Sergio Larraín a su sobrino.

 

Esta es una buena manera de describir la búsqueda que solemos hacer los fotógrafos para encontrar una buena herramienta de trabajo. Para mi la cámara es simplemente eso –una herramienta- pero no por ello deja de ser fácil encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades. Hay fotógrafos que cambian bastante a menudo de máquina y otros incluso le ponen nombre fruto de la cantidad de momentos compartidos a lo largo de los años.

Tambien hay que tener en cuenta que un mismo fotógrafo le guste utilizar cámaras diferentes en función de lo que vaya a fotografiar. No es lo mismo pongamos…, fotografiar una boda que hacer “street”. En mi caso, para documentar las bodas utilizo una réflex de formato completo que aún siendo también válida para tomar fotografías en las calles, por comodidad, peso y discreción -de un tiempo a esta parte- utilizo las llamadas cámaras CSC (Cámaras sin espejo).

Dentro de este segmento encontramos dos sistemas básicos, con un tamaño de sensor APS-C o las que utilizan el sistema MicroCuarto Tercios (mitad sensor formato 24x36cm). Una de las cámaras más destacables de este sistema es la Olympus OM-D, inspirada en la antigua serie OM de Olympus de la década de los 70.

Tengo que confesar que hace unos años utilicé durante algún tiempo una Olympus OM-4, una de mis cámaras preferidas. Dar el salto a la OM-D quizás era cuestión de tiempo y durante 3 semanas Olympus me ha permitido utilizar una cámara de muestra. Ahora que ya la he devuelto la echo de menos, y eso es una muy buena señal.

© Carlos Prieto. OM-D + 17mm

No voy a realizar un análisis técnico exhaustivo, puesto que ya lo podéis encontrar en otros foros más especializados. Y mucho menos ahora que está más próxima su sucesora (la presumiblemente llamada EM-6), simplemente trataré de explicar mis sensaciones como fotógrafo de calle con dicha cámara y si se adecúa o no a las características que debe tener una cámara para hacer street.

Voy a definir conceptualmente lo que es esta máquina para mi:

RÁPIDA, DISCRETA, FIABLE Y NO INTIMIDA.

Cuatro conceptos simples pero que no todas las cámaras que he tenido en mis manos cumplen.

Explicaré esquemáticamente en 10 puntos las principales características de mi experiencia, subjetiva por supuesto.

  1. Ruido del obturador bajo y contenido. Ideal para fotografiar de forma discreta. Lo cual permite acercarse mucho y a la que hay un mínimo de ruido ambiente ni se oye. En tres semanas de uso continuado creo que se giraron en una ocasión.
  2. Era muy escéptico respecto al tamaño de la cámara, pensaba que echaría en falta un poco más de grip (empuñadura opcional) pero lo cierto es que me sorprendió por ser muy ergonómica gracias especialmente a una pieza fundamental. Una pequeña pieza de goma ubicada en la parte trasera superior derecha que favorece su agarre.
  3. Aunque me la dejaron con el zoom, lo cierto es que no lo utilicé. En general no me gustan los zooms, y tampoco me gusta el tamaño que adquiere la máquina con el objetivo colocado. Está muy sobredimensionado y engrandece sin necesidad el conjunto.
  4. El poder abatir 90º el monitor de la oly es muy útil para fotografiar de forma poco invasiva ya que la gente no se da cuenta que estás fotografiando. Es un efecto similar al que se produce cuando se trabaja con una cámara de formato medio. Quizás no es para disparar siempre de este modo, pero en determinadas ocasiones puede ser muy útil.

    © Carlos Prieto. OM-D + 25mm

  5. ISOS altos. Su rendimiento con poca luz es realmente muy bueno. Con una sensibilidad de 3200 iso las imágenes son de buena calidad y sin ruido perceptible.

    © Carlos Prieto. OM-D + 25mm

  6. Los jpg directos de cámaras son muy interesantes, con una resolución de salida de 334 dpi y unos colores “velvia” muy potentes en modo vívido. Para el usuario “perezoso” que no quiera fotografiar en formato raw y pasarse tiempo revelando delante del ordenador, quizás esta es una opción a tener muy en cuenta.

    © Carlos Prieto. OM-D + 17mm

  7. Las Leica tradicionalmente son de esas cámaras que a menudo se sostienen agarradas con la mano y acercándolas hacia el pecho, casi como si se mecieran. Siempre listas para disparar, no todas las cámaras invitan a ello pero la omd si lo hace.  Esto reconozco que no es algo que haga a esta cámara peor o mejor pero a mi me gusta pero reconozco que es una apreciación muy personal.
  8. La ruedecita en la parte frontal es realmente muy útil, sobretodo cuando disparamos en manual y podemos modificar rápidamente la velocidad de disparo sin tener que mirar la parte superior de la cámara, como ocurre en otras homónimas. Su situación hace que el ajuste se convierta en un gesto rápido y eficaz.

    © Carlos Prieto. OM-D + 17mm

  9. No he perdido fotos por la cámara, ni por su falta de rapidez de respuesta o por su lento af. Éste es un aspecto fundamental para mi que en alguna ocasión ya me ha hizo vender alguna cámara.

    © Carlos Prieto. OM-D + 14mm

  10. Ópticas fijas. Como ya soy usuario micro4tercios, pude probar la cámara con mis propios objetivos: un 14mm, un 17mm y un 25mm, y comprobar el funcionamiento de la cámara con ellos. Está claro que la lente utilizada determina la experiencia; No es lo mismo trabajar con el 17mm  2.8 de Olympus que con el 14mm o 25mm de Panasonic.
  • El 14mm f2.5 (equivalente a un 28mm) es el que mejor combina con la cámara gracias a la velocidad de su af y su por su reducido tamaño.
  • El 17mm f2.8 (equivalente a un 34mm) sigue siendo uno de las peores ópticas del sistema micro4tercios tanto en velocidad de respuesta de su dubitativo autofoco como por su calidad de imagen, algo soft.
  • El 25mm f1.4 (equivalente a 50mm) tiene un af muy rápido, un cristal Leica pero tiene en su contra su tamaño y peso si lo comparamos con los otros dos. La combinación con la omd funciona muy bien.

    © Carlos Prieto. OM-D + 14mm

Ya sabemos que no existe la cámara perfecta, pero para mi se trata de una cámara muy recomendable. Lo cierto es que le he podido encontrar muy poquitos defectos, pero puestos a pedir…

  • Preferiría una sensibilidad de partida de 100 iso, en vez de los 200 existentes.
  • Una escala de distancias para poder utilizar la hiperfocal.
  •  Un pancake equivalente de 35mm con mejores prestaciones, pero eso ya no es un problema de la cámara si no de la lente.
  • Un obturador electrónico como el de la Panasonic G5, para utilizarlo en situaciones excepcionales donde puedes quedar rapidamente delatado, se me ocurre por ejemplo en museos o bibliotecas.
  • Su precio, el eterno problema. Pero me parece que aunque costara 100 €, nos acabaríamos quejando.

© Carlos Prieto. OM-D+14mm

© Carlos Prieto. OM-D+17mm