Agbar Gravity

Las grandes ciudades tienen la «necesidad de reinventarse» para mantener su atractivo, una manera es mediante la incorporación de nuevos símbolos con los que asociar su imagen de un solo vistazo. Al final se trata de añadir cualidades a una ciudad para hacerla más atractiva como producto de consumo, ya sea para atraer a los grandes eventos, a grupos inversores o a los turistas.

La construcción de edificios arquitectónicos emblemáticos es una de las más habituales y si además está diseñado por uno de los arquitectos de moda como es Jean Nouvel la formula se mueve dentro de los parámetros.

Este trabajo se centra en la Torre Agbar, un rascacielos de 145m inaugurado en el año 2005, construido con la intención de ser el penúltimo icono de la ciudad de Barcelona.

Agbar Gravity vertebra el proyecto en forma de eco visual para subrayar el «peso» con el que dota a los nuevos símbolos. La incorporación de este tipo de edificios generan nuevas vertebraciones en la ciudad creando nuevos pesos gravitatorios e influyendo también en el flujo de sus gentes. Agbar Gravity no pretende dar respuestas si no lo que plantea es que reflexionemos sobre esa «necesidad de reinventarse» y en como influencia al resto de la urbe.